de una canción,
se esconde entre mil sonidos de canciones angelicales. Entre
ruido de mil tormentas,
y se deja ver.
Vence al viento, domina
el silencio,
Canta en la voz del trueno.
El silbido es su
fuerza y se puede ver.
Viste los campos y
a las primaveras las hace florecer, reverdecer los collados.
Descubre el propósito
al admirar la ignorancia de la creación;
se sienta en lo creado y busca placer
en lo que hace.